El diario de Nermín
Vivir en Alepo

"Él encontró un trabajo, un buen trabajo, en una fábrica de zapatos –explica Sabah –. Aunque la situación mejorara en Azaz, preferíamos quedarnos en Alepo. Las cosas nos iban muy bien".

"El tercer día de Ramadán llegaron aviones a Alepo, al mismo barrio donde vivíamos, así que nos fuimos a otro sitio, Al Mayser, y nos quedamos allí tres días."
23/7/2012


Tras cuatro meses de calma, el conflicto llegó a Alepo. En verano de 2012 el ejército sirio y la oposición armada empezaron una lucha calle a calle para controlar uno de los principales centros industriales del país. La familia de Azaz se vio atrapada en esta vorágine de violencia. "Hubo un bombardeo en el barrio de Alepo en el que vivíamos", rememora Mohamed, interrumpido de nuevo por Sabah, que agita los brazos: "¡Pero nos queríamos quedar! Pensamos que, después de todo lo que habíamos pasado, quizá lo de Alepo no sería tan grave… A las seis de la tarde estábamos a punto de romper el ayuno del Ramadán cuando nuestro vecino llamó a la puerta porque había tanques en las calles. Cargamos otra vez con todo lo que pudimos. Vimos autobuses ardiendo. Al final, fuimos a casa de un familiar".

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